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Si alguna vez te entran ganas de saber cuál es la velocidad máxima de tu moto, nunca sigas el ejemplo de este motorista. Durante una salida de curvas junto a unos amigos, aprovecha un tramo recto de carretera para encender su GoPro y tratar de alcanzar los 299 km/h a los que viene limitado el marcador de su Suzuki GSX-R 1000. Cuando está a punto de rozar los 280 km/h llega el desastre: su rueda trasera pasa por encima de una piedra y dobla la llanta, destrozando a su paso el neumático.
El susto, lógicamente, es mayúsculo, pero el motorista tiene la suerte de poder controlar la moto y detenerse en el arcén para comprobar los daños en su moto. Después de esta experiencia, seguro que se lo pensará dos veces la próximo vez antes de ponerse a esa velocidad.